VARELA “A LA DERIVA”

marzo 21, 2024

VARELA “A LA DERIVA”

El intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, luego de convocar al Comité de Emergencias municipal, horas después del último temporal, declaró a la zona rural del distrito en categoría de “desastre agropecuario”. La catastrófica situación desencadenada por las implacables precipitaciones que azotaron a la provincia de Buenos Aires en general y a la zona sur del conurbano en particular, puso a Florencio Varela en un estado de emergencia sin precedentes. El informe presentado por las autoridades educativas pinta un panorama desolador: 80 escuelas, centros de aprendizaje y refugio para la comunidad, quedaron inhabilitadas para operar en los próximos días. Niños y jóvenes, ya vulnerables, se ven privados de su derecho a la educación y, en muchos casos, del único sostén alimentario que encuentran fuera de sus hogares. Agricultores y ganaderos, columna vertebral de la economía local, sufrieron pérdidas devastadoras, alcanzando hasta el 80% de sus recursos en algunos casos, llevándolos al borde de la quiebra. Las palabras del titular del Ejecutivo varelense, “instando a la eficiente eliminación de riesgos y a la rápida normalización de la situación”, suenan a consuelo efímero en medio de la desolación que envuelve al distrito. La incertidumbre y el desamparo se extienden como una sombra sobre la ciudadanía, mientras las autoridades luchan por mitigar los daños y ofrecer una esperanza de recuperación en un futuro incierto. En este marco, la apertura o cierre de las escuelas adquiere una dimensión insospechada, ya que, para miles de niños, las escuelas son una fuente vital de alimentación. Con más de la mitad de los edificios escolares afectados por las inundaciones y el riesgo eléctrico acechando, la vuelta a la normalidad parece una utopía distante. La burocracia y los trámites para obtener los certificados de inspección y desinfección prolongarán el sufrimiento de una comunidad ya al límite de su resistencia. La Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, en un comunicado difundido a través de su página web, delega la responsabilidad de decidir sobre la continuidad de las clases en manos de las autoridades locales, sumiendo a cada distrito en un aislamiento desesperanzador frente a la magnitud del desastre.